José Manuel Costa (1949-2018)
Procedencia:Madrid
Grupos: Periodista (Onda 2, Radio 3, Radio Arte, TVE, Diario 16, ABC, El País, La Luna de Madrid, Público)
José Manuel Costa, periodista, falleció la noche del martes (13 de Marzo de 2018)
en Madrid, tras sufrir un infarto y ser sometido a una operación a
corazón abierto. Costa, de 68 años, era un hombre de grandes
curiosidades que tuvo una carrera extraordinariamente variada: le llevó
desde la crítica musical al comisariado de exposiciones de vanguardia,
pasando por el puesto de corresponsal en ciudades como Berlín y Londres.
Hijo de doctor, estudiaba medicina cuando se cruzó en su vida la
militancia política y, muy propio de aquella generación, la música pop
en su periodo más expansivo. A principios de los setenta, había dejado
la casa familiar. Se independizó y montó un piso abierto a todos: le
caracterizaba la hospitalidad. Se ganaba la vida en diferentes frentes:
traducciones del alemán, radio en Onda 2, labores de promoción en la
Compañía Fonográfica Española, reportajes en TVE, las emergentes
revistas musicales.
Entró en El País como periodista y crítico de música pop, inicialmente
compartiendo territorio con Moncho Alpuente. Costa advirtió lo
excepcional del momento: triunfaban los cantautores pero el rock
autóctono surgía de las catacumbas y se regularizaban las visitas de
figuras internacionales. El periódico consideraba que la música pop era
una de sus señas de identidad y tomó la decisión de incluirla en sus
páginas de Cultura (en otros medios, estaba vetada o arrinconada en
secciones más frívolas).
Costa apostó por lo que en 1979 se llamaba nueva ola y que ha pasado a
la historia como la movida. En contra de lo que ahora se afirma, aquel
fenómeno se encontró con enormes resistencias –por ejemplo, el PSOE
apostaba por el rock urbano, a cuyo alrededor detectaba un caladero de
votos- y tardó cuatro años en ser comercialmente viable. El apoyo del
periódico resultó esencial para su consolidación y la aparición de
movimientos similares en otras ciudades del país. A partir de 1983,
Costa también funcionó como subdirector de La Luna de Madrid, el
anárquico órgano intelectual de la movida.
También puso en marcha Radio El País, cuya programación alternaba tramos
de música sin presentaciones con espacios rompedores que luego se
prolongarían en otras emisoras.
Después, inició un peregrinaje que le reveló como un periodista
todoterreno. Tras colaborar en las páginas de Cultura en Diario 16 y
ABC, en los noventa aceptó la responsabilidad de convertirse en
corresponsal de ABC en Berlín, donde cubrió la reunificación de las dos
Alemanias y (una experiencia aún más transformadora) la emergencia del
techno berlinés.
Hacía 1998, se trasladó a Londres, obligado a seguir el proceso de
extradición de Augusto Pinochet. Publicó literalmente centenares de
textos sobre aquel enmarañado caso; el ritmo de las noticias era tal que
abandonó su piso de corresponsal para instalarse en un hotel situado
junto al juzgado de Bow Street donde se decidía el destino del antiguo
dictador chileno.
A la vuelta a España, se involucró en Público, donde llevó la sección de
Culturas hasta que se encontró con un conflicto estético. Interesaban
poco las nuevas tendencias: la dirección apostaba por publicitar el star
system español. Según explicaba, sin perder el humor, a la quinta vez
que le obligaron a preparar una página doble sobre Javier Bardem, sin
mucha justificación informativa, dimitió.
Ya como freelancer, José Manuel Costa se implicó en el arte y en la
música de vanguardia, ejerciendo como crítico, conferenciante, comisario
de exposiciones e incluso DJ. Pero, ay, la crisis económica asfixió sus
iniciativas más queridas. Otros se habrían hundido anímicamente pero
Costa era un optimista, un curioso vocacional, un comunicador
incansable. En los últimos años, intentó ampliar las fronteras sonoras
de Radio Clásica con Vía Límite y terminó en Radio 3 Extra, con
Retromanía. Hacía igualmente crítica de arte en eldiario.es.
[Fuente: elpais.com -Enlace original-]
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