Procedencia: Ávila
Grupos: Burning
Juan Antonio Marín Díaz nació en El Tiemblo (Ávila), el 9 de abril de 1954, aunque se crio en el barrio de La Elipa de Madrid.
Toño Martín, como era conocido, fue miembro importante del grupo Burning, casi desde sus inicios, presentándose inicialmente en 1972, a Pepe Risi como bajista para formar parte de la banda que entonces tenían entre manos, The Divine Pictures, aunque pronto cambió las cuerdas de su bajo aferrándose al micro para darle cuerpo a lo que fue la banda de rock por excelencia de su vida, Burning.
Tras ser el vocalista del grupo durante los cuatros primeros discos -'Madrid' (1978), 'Bulevard' (1978), 'Fin de la década' (1979) y 'Atrapado en el amor' (1982)-, Toño deja Burning y su ciudad de siempre, Madrid, arrastrando en su viaje a Bilbao al nuevo bajista, Manolo Fernández, que se ha echado una novia bilbaína; y ambos intentan allí sin éxito editar una maqueta de la que no se han tenido muchas noticias.
Desanimado del mundo de la música y preso de sus propios fantasmas, se reinventa a sí mismo refugiándose en 1984 en el pueblo de Briviesca (Burgos) donde pretende rehacer, lejos de las drogas, su matrimonio roto con Esther (en los tiempos más bellos había compuesto para ella 'No es extraño que estés loca por mí') y su paternidad con su hijita Penélope ('¡Loco por ti, Penny!').
Demasiado esfuerzo para Antonio, forjarse una nueva personalidad bucólica y bienpensante a partir de un noctámbulo, gamberro y algo melancólico hijo del asfalto de Madrid. Pepe Risi, que le lloraba desde allí ("Una noche sin ti"), ya le advierte que el cambio es imposible: ("Creo que la corbata a ti no te va..."). Pero él lo intenta, y cuando Burning se acerca a tocar a la mismísima Briviesca en 1984, en un momento especialmente dramático , acude a escuchar a su banda de siempre, como un espectador más, junto a su mujer; pero, a pesar de las peticiones de Risi y el clamor del público, se niega a subir a cantar, y permanece sentado. Ha renunciado a la música. Y Toño trabaja en la peluquería de su mujer, en el ayuntamiento, en la construcción del acueducto -único período en que, según dicen sus allegados, fue feliz-, y finalmente se convence él mismo de que tiene que volver a la ciudad. La gran ciudad.
En 1987 vuelve a Madrid y luego marchó a Barcelona a buscar nuevos trabajo, sin poder superar sus problemas de adicción. Falleció en Briviesca (Burgos), el 9 de mayo de 1991, tras visitar a su ex mujer Esther y a su hija. Justo seis años más tarde, en 1997, el mismo día, como si estuviera pactado, también moría el gran Pepe Risi.
Tras ser el vocalista del grupo durante los cuatros primeros discos -'Madrid' (1978), 'Bulevard' (1978), 'Fin de la década' (1979) y 'Atrapado en el amor' (1982)-, Toño deja Burning y su ciudad de siempre, Madrid, arrastrando en su viaje a Bilbao al nuevo bajista, Manolo Fernández, que se ha echado una novia bilbaína; y ambos intentan allí sin éxito editar una maqueta de la que no se han tenido muchas noticias.
Desanimado del mundo de la música y preso de sus propios fantasmas, se reinventa a sí mismo refugiándose en 1984 en el pueblo de Briviesca (Burgos) donde pretende rehacer, lejos de las drogas, su matrimonio roto con Esther (en los tiempos más bellos había compuesto para ella 'No es extraño que estés loca por mí') y su paternidad con su hijita Penélope ('¡Loco por ti, Penny!').
Demasiado esfuerzo para Antonio, forjarse una nueva personalidad bucólica y bienpensante a partir de un noctámbulo, gamberro y algo melancólico hijo del asfalto de Madrid. Pepe Risi, que le lloraba desde allí ("Una noche sin ti"), ya le advierte que el cambio es imposible: ("Creo que la corbata a ti no te va..."). Pero él lo intenta, y cuando Burning se acerca a tocar a la mismísima Briviesca en 1984, en un momento especialmente dramático , acude a escuchar a su banda de siempre, como un espectador más, junto a su mujer; pero, a pesar de las peticiones de Risi y el clamor del público, se niega a subir a cantar, y permanece sentado. Ha renunciado a la música. Y Toño trabaja en la peluquería de su mujer, en el ayuntamiento, en la construcción del acueducto -único período en que, según dicen sus allegados, fue feliz-, y finalmente se convence él mismo de que tiene que volver a la ciudad. La gran ciudad.
En 1987 vuelve a Madrid y luego marchó a Barcelona a buscar nuevos trabajo, sin poder superar sus problemas de adicción. Falleció en Briviesca (Burgos), el 9 de mayo de 1991, tras visitar a su ex mujer Esther y a su hija. Justo seis años más tarde, en 1997, el mismo día, como si estuviera pactado, también moría el gran Pepe Risi.
En 2024, por iniciativa de su hija Penny, aparece editada la maqueta que Toño dejó guardada en un cajón desde principios de la década de los 80, que acabó titulándose 'Muerde la bala'. Publicado por Subterfuge Records. Contiene versiones tempranas y posiblemente algunas interpretaciones únicas de las canciones que finalmente formaron parte de 'Noches de Rock and Roll', publicado por Belter en 1984, ya sin Toño en el grupo. 'Muerde la bala' supone un auténtico legado póstumo de la música que brotaba del ingenio de alguien único como Toño Martín.
[Redacción Nuevaola80. Pedro J. Pérez]