Federico Llata Carrera (1936-20182)
Procedencia: Cantabria
Profesión: Locutor de radio
Su voz ronca y áspera ha quedado grabada en el recuerdo de miles de
cántabros que hace más de cuatro décadas lo escucharon en Radio
Cantabria. Por eso la muerte, el pasado 18 de octubre, a los 82 años de
Federico Llata Carrera, el gran referente de la radio musical cántabra,
entristeció a los que le conocían, y también a quienes le siguieron en
las ondas. Sus programas, desde 'Caravana de la Alegría', pasando por
'Gente Joven', 'Órbita', 'Radio Verano' y 'Querida noche', acercaron a
la radio regional a las mejores voces pujantes, cuando aún no eran
nadie. Sucedió con Raphael, o con el mismo Julio Iglesias. Apenas habían
logrado la victoria en el festival de Benidorm y se apoyaron en los
micrófonos del santanderino para lanzar su carrera hacia el estrellato.
Prueba de todo ello son sus «niños», como él los llamaba. Esa
colección fotográfica que el presentador musical, el gran innovador de
la escena radiofónica cántabra de la época, atesoraba en su casa con
prolijas dedicatorias escritas a mano. Paquita Rico, María José Cantudo,
Mari Trini, Luciana Wolf, Jaime Morey... Todos le deben, de alguna
manera, parte de lo que llegaron a ser. Aunque en su corazón reservó
siempre dos espacios para los dos grandes: Raphael y Julio Iglesias.
«De Julio vi que tenía gran sensibilidad, muchas ganas de triunfar,
mucho oído, afán de superación, en todo momento buscaba mejorar y cantar
con la máxima perfección», resumió hace años en una entrevista a El
Diario Montañés. Su oído culto –llegó a atesorar una grandiosa
colección de discos en su casa–, le permitió, probablemente, 'ver' a
través de sus tímpanos aquello que se le escapaba a los demás. «Cuando
Raphael vino a Santander se acababa de poner el pantalón largo. Era
casi un niño. De él vi enseguida que era un gran artista, que controlaba
el escenario, que tenía muy buena voz y por eso le promocioné. Le
traíamos a los festivales musicales juveniles de Santander. Creí en él
desde el primer día», explicó en otra ocasión.
Del archivo se rescata la fotografía que inmortalizó el encuentro del
artista con el santanderino el 4 de agosto de 2011, cuando Raphael subió
al escenario del Festival 'Música en Grande' de la capital cántabra en
la campa de La Magdalena.
Aquel encuentro revivió, de alguna manera, el espíritu de los grandes
festivales de la canción que el presentador llegó a organizar durante
años como prolongación de lo que hacía en la radio. El primero fue en el
año 1962, en el teatro Pereda. Allí se celebraron muchos en las largas
mañanas de domingo. Luego se trasladaron al Chiqui, al Gran Cinema...
Fue la consecuencia directa del éxito arrollador de algunos de sus
programas. Sobremanera sucedió con 'Caravana de la Alegría'. Su receta
fue clara: «Antes se usaba el 'señoras y señores'. Yo empecé a llamar a
los oyentes de tú y eso les gustó mucho», recordaba hace años. 'Caravana
de la Alegría' le dio mucha popularidad. Fue el primer programa que se
hizo en Cantabria dedicado a la música joven. Sonaron Elvis, Paul Anka,
Ricky Nelson, Iglesias, Raphael, Serrat... Antes solo existía la llamada
radio cóctel, en que todo tenía cabida. Pero él le dio la vuelta para
alcanzar de lleno lo que buscaba la gente joven.
Probablemente no le resultó difícil. Su visión era la de un joven que de
crío buscó las sintonías de Radio Luxemburgo o de Europa número uno. Su
cultura musical se había nutrido con la visión fresca que llegaba de
fuera y eso se notó en el resultado. «La radio ha sido mi vocación, mi vida, mi amor», exclamó siempre. Quienes le conocieron afirman que era algo que se le notaba en los ojos.
Los reconocimientos le llegaron tras décadas de trabajo con la luz roja y
frente a los micrófonos. Le entregaron el premio 'Bisonte', le llegó a
homenajear el Ayuntamiento de Santander en la plaza Porticada, la
asociación de artistas madrileños y hasta Unicef.
Cerró las puertas del estudio en 1993. Se jubiló;pero luego continuó
colaborando con otras emisoras haciendo programas de fin de semana en la
COPE, en Radio Camargo, en tertulias de otras casas. Prácticamente se
puede decir que nunca paró del todo. Al menos hasta los últimos años,
cuando los achaques recurrentes le obligaron a adaptar su vida a su
avanzada edad.
De cuando en cuando miraba atrás y se emocionaba al repasar un currículo que siempre se movió en las ondas. «Creo
que en la radio, desde 1962, he hecho de todo. Además de programas
musicales y magacines colaboré en otros, hice informativos, leí esquelas
y hasta la guía comercial. Estoy satisfecho porque hice de todo en
Radio Cantabria, Radio Cadena y Radio Nacional de España», contó una
vez. Incluso llegó a dirigir un programa especializado en grafología en
Radio Juventud de Torrelavega. Se llamaba 'profesor Federico' y tuvo un
éxito tremendo.
El libro o el disco bajo el brazo se convirtieron casi en una más de sus
extremidades. Era algo característico de su personalidad, como el trato
afable, la calidad como compañero de trabajo o la profesionalidad,
recuerdan sus colegas del gremio. Son esos mismos testimonios quienes
afirman que su carisma brillaba tanto, que permanecerá en el recuerdo de
sus oyentes para siempre.
[Fuente: José Carlos Rojo para eldiariomontanes.es -Enlace original-]
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